Introducción
Para muchos mexicanos, viajar no es solo una actividad recreativa, sino una pasión, una manera de entender el mundo y su lugar en él. A lo largo de los años, las dinámicas de viaje han cambiado, y con ellas, las herramientas que facilitan esta actividad. Entre esas herramientas, las tarjetas de crédito diseñadas específicamente para viajeros han emergido como una pieza clave en el arsenal del trotamundos contemporáneo. No solo permiten financiar esos viajes soñados, sino que ofrecen una serie de beneficios que potencian la experiencia viajera. Pero, en el vasto universo de opciones financieras disponibles en el mercado mexicano, surge una pregunta inevitable: ¿cuál es la mejor tarjeta de crédito para viajar? En este artículo, nos embarcaremos en un viaje para descubrirlo, explorando su historia, características y cómo elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Marco Histórico
El uso de tarjetas de crédito en México tiene raíces profundas, comenzando su incursión en el país durante la segunda mitad del siglo XX. Durante los primeros años, estas tarjetas eran percibidas como un lujo, reservado principalmente para las élites económicas. No obstante, conforme avanzaba el tiempo y la economía del país se globalizaba, las tarjetas se volvieron más accesibles para un segmento más amplio de la población.
Fue en los años 90 cuando las instituciones financieras en México comenzaron a diversificar su oferta de tarjetas, adaptándolas a diferentes nichos de mercado. Reconociendo el crecimiento del turismo nacional e internacional entre los mexicanos, y el consecuente aumento en la demanda de servicios y herramientas que facilitaran estos viajes, las primeras tarjetas de crédito orientadas específicamente a viajeros comenzaron a aparecer en el escenario.
Estas tarjetas, inicialmente promocionadas como herramientas premium, no solo ofrecían la posibilidad de financiar viajes, sino que introducían el concepto de recompensas por consumo, como la acumulación de millas o puntos, que posteriormente podrían ser canjeados por boletos de avión, estancias en hoteles o incluso experiencias turísticas.
A medida que entrábamos en el nuevo milenio, la competencia entre bancos llevó a una rápida innovación y mejora en los beneficios ofrecidos. Las tarjetas de viaje se convirtieron en un mercado en sí mismo, con características y beneficios cada vez más atractivos y variados, reflejando la evolución de las expectativas y necesidades del viajero mexicano moderno.
Con la consolidación de esta tendencia, las tarjetas para viajeros dejaron de ser un mero instrumento de financiamiento y se transformaron en herramientas integrales para la planeación, ejecución y disfrute del acto de viajar.
Contexto
México, con su rica historia y diversidad cultural, siempre ha tenido un espíritu viajero. A medida que más mexicanos se aventuran al extranjero, buscan herramientas financieras que se adapten a las particularidades del viaje internacional, desde la acumulación de millas hasta seguros de viaje.
La mejor tarjeta hasta 2021 para viajar para mexicanos
Hasta 2021, varias tarjetas se destacaron en el mercado mexicano, pero una que recibió elogios particularmente destacados fue la Tarjeta Platinum de American Express. Esta tarjeta, aunque con una cuota anual elevada, ofrece una amplia gama de beneficios para el viajero, como acceso a salas VIP en aeropuertos, seguro de viaje, y acumulación acelerada de puntos que pueden ser canjeados por boletos de avión.
Ventajas y Desventajas
Ventajas
Acumulación de puntos o millas por cada compra
Seguros de viaje incluidos
Accesos a salas VIP en aeropuertos
Beneficios exclusivos en hoteles y alquiler de autos
Desventajas
Cuotas anuales elevadas.
Tasas de interés competitivas
Puede incentivar el gasto innecesario
Consejos
Antes de elegir una tarjeta, compara las ventajas y evalúa las cuotas anuales.
Usa la tarjeta responsablemente y evita acumular deudas.
Revisa y canjea tus puntos o millas con regularidad.
Curiosidades
La idea de acumular millas comenzó en Estados Unidos en la década de 1980 y pronto se extendió a otros países, incluido México.
Algunas tarjetas ofrecen "status" en programas de lealtad de aerolíneas, permitiendo acceso prioritario y otros beneficios.
Conclusión
Las tarjetas de crédito diseñadas para viajes no son solo un medio de financiamiento; representan un puente entre el anhelo de explorar y la realidad de hacerlo de manera práctica y beneficiosa. Para el mexicano contemporáneo, inmerso en una cultura globalizada y con crecientes oportunidades de viajar, elegir la tarjeta adecuada puede ser la clave para maximizar sus experiencias en el extranjero. Desde los días en que estas tarjetas eran vistas como un lujo hasta la actualidad, donde se han convertido en herramientas esenciales para muchos, su evolución ha sido testimonio de cómo la industria financiera responde a las cambiantes necesidades de la sociedad.
Sin embargo, no basta con tener una tarjeta orientada a viajes; es esencial utilizarla con responsabilidad y discernimiento. Un buen historial crediticio no solo abre puertas a destinos soñados, sino que también fortalece la posición financiera del individuo en su vida cotidiana. Así que, mientras navegamos por las opciones y oportunidades que el mundo de las tarjetas de viaje nos ofrece, recordemos también el valor de la prudencia y la planificación. En la encrucijada entre el deseo de aventura y la realidad financiera, una elección informada y consciente nos llevará más lejos y nos permitirá disfrutar más plenamente del maravilloso acto de viajar.